Robotización, el futuro de las artes gráficas

En NOVOPRINT hemos instalado el segundo robot apilador. En esta ocasión ha sido para la salida de la máquina de encuadernación. En un par de semanas, este artilugio fue capaz de adaptarse al 90% de los trabajos de la sección. Procediendo a recoger los libros que salen encuadernados de nuestra línea ACORO 7 de Müller Martini tanto para trabajos en los que los libros salen sueltos, o bien enfardados en fardos de plástico, como para aquellos pedidos que salen encajados.

Falta ajustar algunos detalles para formatos de libros específicos o casos puntuales, pero en honor de la verdad, la instalación fue muy fluida. Con esta inversión, NOVOPRINT deja de necesitar a un operario que estaba siempre a la salida de la máquina para trasladar los libros en sus diferentes acabados al pallet. Un operario por turno. 3 turnos. 3 operarios. Con posibilidad de trabajar 365 días al año. El porcentaje de averías no se ha estabilizado y sigue cayendo hasta que la curva de experiencia y aprendizaje nos permita situarlo en torno al 0.2%. Cifra considerablemente más baja que el absentismo laboral medio de la empresa, que, por desgracia, es alto.

Desde un punto de vista del colectivo de trabajadores de NOVOPRINT no ha supuesto ningún despido de personal fijo ya que una parte de los equipos de ACORO era cubierto por personal eventual, del cual hoy la empresa tiene menor dependencia.

Desde un punto de vista de salud laboral, el robot también aporta ventajas, pues elimina un puesto con un fuerte riesgo de lesión por el continuo trasiego de pesos. De hecho, la inversión se engloba dentro de un plan general de lucha contra el absentismo laboral en el que también se incorporaron un buen número de carretillas elevadoras, se substituyeron todas las carretillas manuales por eléctricas y se cambió todo el sistema de alzada — para evitar levantar los paquetes de pliegos desde el suelo a la altura de la máquina alzadora — por un nuevo sistema de carros con carga posterior.

Desde un punto de vista económico, la incorporación de este equipo no plantea absolutamente ningún interrogante. En menos de 2 años el aparatejo estará amortizado y aportando ahorros a la empresa. La robotización será una de las claves para que el sector se adapte a los niveles de productividad que se exigirán en nuestra industria.

A largo plazo, muchos de los puestos de trabajo no cualificados serán reemplazados por robots con el consecuente descenso de la demanda de empleo de baja cualificación. En contraposición, los empleos de alta cualificación en la industria ganarán importancia. Habrá menos operarios en el taller, pero estarán mucho mejor cualificados y remunerados. Tenemos que reflexionar como sociedad cómo adaptarnos a dichos cambios pues a día de hoy, es bastante más fácil encontrar personal no cualificado con salarios relativamente bajos que personal con una buena cualificación para la industria a quienes se puede remunerar mucho mejor.